Los que la vieron dicen que la
tierra
es una esfera en el espacio, un
planeta
más bien pequeño
del tamaño del dedo pulgar de los
astronautas.
Yo no lo dudo porque he visto las
fotografías
y porque ahora estoy a casi medio
planeta de mi casa.
Lo mejor de todo esto es que en ese
pulgar
también mi casa es una parte del
universo.
Cómo no serlo si en el patio del
fondo
hay un filodendro de gigantes hojas
y también gusanos bajo
la tierra
aptos para la pesca, y ahora que me
acuerdo
el olor de los helechos contra la
pared
la cara de Delfina o Federico entre
los árboles
y aquel canario que se nos voló de
noche.
Alfredo Veiravé (Gualeguay, 1928- Resistencia, 1991)
En Puntos luminosos. Obra Poetica. Tomo 1. Nuevohacer. Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires, 2002.
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