Soy lo que hago,
lo que hago me cambia
y adviene entonces
un reverbero, una descarga,
desde alguien presente en mí,
alerta y llamado
del mismo hombre que soy,
de la misma gravitación
que hacia lo bajo tira.
No reniega,
no frena el alma ese caudal,
y aspirándolo
fija un instante mi contorno.
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De Examen de nuestra causa, Obra poética I.
Corregidor, 1977.
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