Salinas Grandes - Jujuy
Foto: Alexis Comamala
Durante años estudié las rutas marinas
en las cartas de navegación. Fueron lecturas
realizadas con ayuda del compás y el sextante.
Así crucé el mar, el ancho mar, protegido
contra todo golpe. Una puesta de sol
era más próxima al último verso del ahogado
que a la hermosa estela donde también
se hunde el sol y se apaga como un murmullo.
La vigilia era una lente para modelar la ilusión
en la monotonía de días a la deriva.
El amor fue siempre una metáfora aérea:
el vuelo alto de una gaviota o la estrella
que vimos caer sin estrépito. Y ahora
la vida me arroja su aceitado cabo
para que lo cobre, para que me deje
llevar por él hasta que encandile el sol
y el pie ensaye de nuevo, en la cubierta,
un equilibrio amenazado por olas de verdad.
Rafael Felipe Oteriño (La Plata, 1945)
de En la mesa desnuda: poemas escogidos 1966-2008.
Ediciones Al Margen. La Plata, 2008.
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