sábado, 26 de febrero de 2011

María Magdalena / Elena Anníbali

I

No sé dónde olvidé mi nombre, mi casa y mis vestidos, Señor mío.
Hoy llámame tu María Magdalena,
tu hermosa puta consentida,
tu fruta arábiga y dulce sucediendo en tu boca.

II

Yo soy la serpiente.
He creado a Dios en 7 días
y por las noches, moldeé una Eva demencial y hermosa,
con heridas tibias que Adán visita con su luminoso falo.
Por entonces era el principio, Señor mío,
y he esperado 33 años para encontrar el hilo de tu sangre,
el rumor de agua de tus huesos, donde busco mi nido primitivo.

III

Reconóceme, Señor mío.
Soy la Mater Dulcisima,
ciudadana,
non casta,
voluptuosa obra de carpintería,
hostia ambigua que al pie de tu cruz
te ofrece el mundo,
la adoración de los hombres,
la inconfundible salobridad de las lágrimas,
la amarga eternidad.

Elena Anníbali (Oncativo, 1978) 
de Madres Remotas, Cartografías Ediciones. Río Cuarto, 2007.


jueves, 3 de febrero de 2011

Algunitas / Elena Anníbali


algunitas poetas que conozco mueren por morirse
muy jóvenes,
muy putas,
y extremadamente talentosas
(pero el orden puede variar)

he contado:
dos que esperan meter la cabeza en el horno,
una, meterse el seconal en la garganta,
otra se abre, cada tanto,
las venas
por si allí encuentra
el caudal imaginativo

cuando notan a Fulano en una reunión,
ponen cara de buey zonzo,
sofocan las risitas,
y le hablan de ‘Fucó’
o ‘Deguidá’,
por si sus reputa-
ciones
ascienden
oh, sí, de algo hay que hablar
en el poema
mucho mejor si es sobre
la Gran Tragedia de Sus Vidas,
nenas que papi abandona,
que mami desama,
que cobayo muere aplastado
por camión lechero
femmes fatales
de todas maneras

qué pena que yo sea provinciana
haga la siesta,
vea los simpsons
y que jamásmente logre comprender
cómo carajo se convierte una
en poeta de endeveritas

 
Elena Anníbali (Oncativo, 1978)
Inedito

Historia del arte / Alberto Girri

Mordimos sobre cuanto existe hasta escarnecerlo, hasta la desvergüenza, una provocación a lo desconocido, un esfuerzo a menudo ...