Olvidó traición mentiras encadenadas
Nuevamente el
juego de abalorios:
humillación
hambre desconcierto
la cruz
gamada cubriendo paredones
—advenimiento
del principio de trágico final y otro comienzo—
Oscurantismo
ponzoña miedo.
La amenaza.
La trampa.
Olor a
cloacas abiertas
en plena
siesta de enero se expande por nuestra tierra
donde heridos
de muerte yacen el amor el asombro la ternura
y se debate
en agonía la esperanza.
Allí
nuestras
madres son todas y una.
El pino
la vertical
que se mantiene erguida:
ella guarda
la fábula de un celeste país nunca ha olvidado.
Encuentro que
ya nada puede justificar este destierro.
Tengo que
rescatar, no por perdón ni orgullo
aquellas
lejanías, donde la luz disputa su límite mortal a mi memoria.
De De los
poetas
Argos, 1991
Con
Ilustraciones de Carlos Alonso
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